
Mi abuelo era ruso su historia fue hace ya mucho tiempo, en el año de 1917, en Rusia el imperio del Zar Nicolás Romanov es derrocado, ante el descontento del pueblo, ya que padecían un gobierno absolutista y la mayor parte del pueblo vivía en la miseria fue entonces cuando se desató la revolución Rusa, y Lenin, toma el poder, se hacen cambios en la forma de gobernar creando el socialismo científico y desaparece la dinastía Romanov. Mi bisabuela Lubov Petrovna Sujonina, quien era bailarina de ballet, con dos hijos Serguei y Vitali Ivanovich, (este último es mi abuelo), (de mi bisabuelo solo sabemos que se llamaba Ivanovich y era ingeniero) eran de religión ortodoxa, vivían en Vladivostok.
En 1916 nace mi abuelo Vitali Ivanovich Sujonikof, para noviembre de 1917 desatándose la revolución, ellos salen de Rusia, entre tanta confusión mi bisabuela embarca llevando solo al hijo menor, ahí perdió su nacionalidad. En calidad de refugiados, desembarcan en Kobe, Japón; donde hasta la edad de 6 años vivió ahí. En el año de 1923 un terremoto sacudió la ciudad, fue de tal magnitud que se registro una tragedia muy grande, hubo varias perdidas humanas, fue el 20 de septiembre del mismo año, cuando miles de damnificados embarcaron, y por grupos; fueron llevados a diferentes lugares del mundo. El destino de mi abuelo fue México, el viaje duro 2 meses, varias personas enfermaron de escorbuto (por falta de alimento) ellos desembarcaron en el puerto de Manzanillo, Colima, entre el grupo venían personas que destacaron en el medio artístico, como Chilinski, la esposa de Cantinflas, etc. azotó un huracán en la región, por lo que tuvieron que salir de ahí, el gobierno los manda a Tampico, Tamaulipas. Sin tener papeles de residencia, mi bisabuela solicitó en un colegio de monjas impartir clases de ballet, donde mi abuelo recibió educación. A medida que pasaba el tiempo decidió viajar y establecerse en el D.F. donde empezaría una nueva vida, impartía clases particulares, mientras su hijo estudiaba para sacerdote en un seminario en puebla, el no mostraba gran interés por esa vocación, sin embargo era una persona de gran capacidad de aprendizaje, muy listo e inteligente. Por ser una persona rebelde, los seminaristas lo expulsaron, pero él no se detuvo para seguir estudiando, entro al politécnico, así continuó, hasta que decidió trabajar en la Compañía de Luz, su único problema, era su nacionalidad. Al no tener documentos que comprobaran su nacionalidad, él vivía con el temor de perder el trabajo, fue a gobernación a tramitar lo que necesitaba; teniendo malos resultados, la vida para el se le complicaba día a día, y sólo le quedaba esperar. En ese tiempo, conoció a mi abuela, de origen poblana, ella estudiaba el segundo año de enfermería, tenia 20 años, poco tiempo pasó cuando decidieron casarse, así fue que empezó a crecer la familia, tuvieron 6 hijos, Pablo, María Elena (mi madre), Alejandro, Juan, Fabián y Alfredo. Mi abuelo al ver difícil conseguir su nacionalidad, recurrió al consulado, el y su familia querían irse a Rusia, pero no fue aceptado, puesto que eran desertores. En cierta ocasión y por suerte del destino, conoció a un general, quien se ofreció ayudarle, tenía conocidos en Gobernación y para él fue fácil hacerle sus papeles de nacionalidad, y con ayuda del Cardenal Corripio Ahumada, quien había sido compañero en el Seminario, le otorgaron su nacionalidad mexicana de ahí se modifica el nombre y apellidos, registrándose el 23 de abril de 1953, como Vicente Socconini Peterson, como podemos ver Sujonikof lo transformó a Socconini y Peterson lo incluyó por tener admiración a los americanos (gringos). Esta fue la historia de mi abuelo, quien fue una persona susceptible y con gran capacidad de crear y desarrollar cosas, vivió hasta marzo 23 de 1997, ahora lo recordamos con cariño, el día de su muerte, fue tan tranquila, nadie se imaginaba que ese día sucedería, para el era como cualquier día, como para nosotros también, era un día normal, él sólo se fue a descansar y murió sin sentir, solo durmió, y ya no despertó...
En el seminario mi abuelo aprendió latín, inglés, algo de ruso y algo sobre lenguas indígenas, toda su educación fue muy católica, sin embargo siempre fue un filósofo incansable que siempre cuestionaba la religión y nunca practicó ninguna religión formal, tenía sus propios pensamientos, en mi familia nunca se manifestó una inclinación a la religión.
Había leído varias veces sobre el cobijo que en nuestro país halló toda aquella generación de exiliados españoles y que tantas cosas positivas sembraron.
ResponderEliminarMe da gusto en esta ocasión, y a través de su interesante semblanza (imagino la emoción que debió generar su redacción), enterarme de que algo similar ocurrió con el pueblo ruso.
Saludos.
Gracias por el comentario Ulises es un honor que comentes en mi blog, ciertamente mi redacción es para mí apasionante y deseo que se acerque a lo más real posible, mi semblanza está compuesta sólo de indagaciones familiares, es para mí algo mágico poder conocer algo de mis raices...
ResponderEliminarMuy interesante!!! felicidades!!!
ResponderEliminarMe siento honrada y orgullosa de pertenecer a esta familia que con mucho esfuerzo, sacrificio y sobre todo amor fue creada, es inexplicable la emocion que se siente por conocer los origenes de nuestra familia. Viva por siempre en nuestras mentes y corazon un "Genio" valiente, Vicente Socconini Peterson "papuyi"
ResponderEliminarEstoy sumamente emocionada, pertenezco a la familia Morales Rosas de la Huichapan, me llamo Jóse(fina). Actualmente vivo en Mérida y quise saber cómo se encuentra Alejandro Socconici. El hijo de mi tío Pepe Morales, me contó que en Julio del 2011, habían ido caminando de San Pablo hasta San Juan, cerca del Tepozteco con su amigo Alejandro Socconini y quise preguntarle cómo había estado el viaje..así que use un buscador para ver si tenía cuenta de correo y el resultado me lena de alegría de enterarme sobre los orígenes de la familia del Sr. Socconini! Gracias por5 publicarlo!!
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